(ENEM 2016)
Desde Nápoles hasta Johannesburgo, desde Buenos Aires hasta Barcelona, los actos de xenofobia y racismo indican que nos encontramos ante un fenómeno global. Definida por la Real Academia de la Lengua como el "odio, repugnancia y hostilidad a los extranjeros", la xenofobia va de la mano con los flujos migratorios por razones económicas o ambientales, y el desplazamiento forzado provocado por los conflictos armados internos y las guerras. El otro, el que viste, habla y tiene otra cultura y una religión diferente es visto con sospecha, desconfianza y temor en los países del llamado primer mundo. Los políticos de derecha y los grandes medios "ensalzan lo propio y denigren lo ajeno" contribuyendo a crear un clima de miedo y odio hacia el extraño y desconocido.
En el texto, la relación entre el fenómeno discriminatorio y la postura de políticos de derecha y de los grandes medios de comunicación tienen la función de